La Vice Rectora del Instituto de Educación Superior Nº1 de La Quiaca y Abra Pampa, profesora Silvia Carreta desplegó muchos aportes para comprender la historia sobre las vivencias de la Batalla de Tucumán, de la cual se cumplieron 208 años, y sus implicancias políticos y sociales para todo el continente:

“No solo Belgrano fue el que se cargó al hombro la batalla de Tucumán, bien sabemos que esta batalla se encadena con el Éxodo jujeño y hacen una retaguardia en Tucumán como último espacio, en donde podían frenar el avance realista tomando en cuenta siempre la diferencia entre españoles y realistas.

La idea fundamental era hacer dentro de lo que es ahora ciudadela en Tucumán, una especie de barrera para evitar que los ejércitos realistas avancen porque sobre el territorio llano se jugaba un papel muy importante en la fuerza militar, siendo otro en el ambiente de montañas y sabiendo que los norteños son muy conocedores de su relieve, fue posible hacer técnicas de güerilla y formas de aprovechar todo el entorno para usarlo a su favor y como atacarlo, cansarlo y agotarlo con lo que  se conoce como guerra de recursos. Entonces, Tucumán fue considerado como un lugar estratégico para retener ahí al ejército realista.

Ese plan es armando por varios hombres de la independencia como ser, Monteagudo, Belgrano, Güemes entre otros y era armado como una fortaleza para brindar una barrera.

La batalla de Tucumán vino a poner un broche de triunfo frente al avance, frente a las tropas realistas, cabe aclarar que los ejércitos patrióticos como los realistas estaban integrados por personas de distintas etnias, sectores sociales y había una mezcla de negros, indígenas, mestizos, españoles en ambos bandos.

Los realistas eran los que de alguna manera defendían los intereses de la corona española, muchos de ellos estaban vinculados a viejas formas de explotación indígena, ligados al alto Perú.

Tucumán era una región vinculada a las riquezas del Alto Perú, por eso todos los ejércitos siempre estuvieron apostando a dominar esa región siendo otro gran punto de apoyo la ciudad de Lima. Por eso las campañas hacia el Alto Perú son cuatro y esta la que corresponde a la Batalla de Tucumán es la segunda.

TÁCTICAS. “Desde las tropas napoleónicas se vio una influencia en ambos bandos, porque militares franceses bajo la corona napoleónica influenciaron a Liniers que era como un agente de Francia dentro de lo que fue la defensa de Buenos Aires en las invasiones inglesas.

El mismo San Martin había luchado contra el ejército de Napoleón en España y estaba muy influenciado por las tácticas usadas como los ataques sorpresivos y engaños, aprovechando el conocimiento del terreno por parte de los lugareños que conocían toda la región; fue una combinación muy acertada la cual fue determinando en aquel momento. La independencia fue, más que nada, una guerra de defensa porque los ejércitos nuestros eran más milicianos que se formaban con los pobladores locales.

Sacándonos el sentido centralista sabemos que tenemos historias contadas y no contadas, entonces la guerra de la independencia fue difícil, fue lenta, fue una forma de retaguardia y de cuidarse para tratar de evitar el avance dentro del territorio, donde un ejército mejor preparado y financiado tenía una gran ventaja por sobre el ejército nuestro.

Destacando que las primeras batallas se suceden en Charcas en el año 1809 y que sin el apoyo de las personas propias del lugar, como ser indígenas y gauchos no tenían como afrontar la guerra; teniendo en cuenta que Buenos Aires una vez que obtuvo su objetivo de apertura comercial y la guerra no era en ese escenario, sacando alguna que otra batalla en el Uruguay; la guerra se soportó gracias a la contribución de las sociedades locales, que realizaban voluntariamente una gran contribución de estos 15 años de guerra.

Hay una corriente actualmente que trata de menospreciar mucho las políticas de Belgrano y San Martin, y quieren rescatar más a Alvear y otros personajes de la historia quienes tuvieron sus rivalidades con Belgrano y San Martin, por estos temas de las ideologías.

Sabemos que se los vinculan con grandes terratenientes de la pampa húmeda argentina, no apoyando las campañas y siendo opositores a los ideales de Belgrano y San Martin y a sostener la Guerra, a ello si, a muchos otros que soñaban con esto de la patria grande.

Hubo un divorcio ideológico en estos hombres que eran verdaderamente unos revolucionarios, quienes en aquellas épocas ya hablaban de la igualdad de devolverles las tierras a los gauchos y a los indígenas de poder generar una eliminación de privilegios coloniales.

Después del triunfo de la batalla de Tucumán, les da la oportunidad a los hombres que luchaban por una mejor distribución hacia una Argentina que comprenda más el interior

La realización del congreso de Tucumán, en junio de 1816 tiene que ver con un reconocimiento al pueblo del norte por su lucha, por la independencia. En ese sentido esta conmemoración de alguna manera, confrontándolo con el presente reafirma la gran contribución que hizo el interior a nuestro país por mucho tiempo.”