Las renuncias se da en el marco de un prolongado conflicto en el que los responsables de servicios de los hospitales no se sienten escuchados ni por el gremio, ni por las autoridades provinciales.

El reclamo está relacionado a la falta de acuerdo en el aumento salarial, deterioro del sistema de salud, sumados al contexto de pandemia que amenaza con saturar la capacidad de los hospitales.

El poder adquisitivo de los trabajadores de la salud de Río Negro se redujo en 64% y la propuesta de aumento es del 10% más una cifra no remunerativa.

Felipe de Rosas, trabajador de la salud autoconvocado y a cargo del Centro de Salud del Barrio El Frutillar en Bariloche, mostró expectativa en que se re abra un canal de diálogo.