A 18 años de la primera marcha que se convirtió en ejemplo mundial, No a la Mina Esquel volvió a las calles como cada 4 de mes para seguir luchando contra la megaminería en todo Chubut. Esta vez, fueron los jóvenes quienes tomaron protagonismo con intervenciones artísticas en la Plaza San Martín y fueron los encargados de leer el documento del movimiento: "Aquí estamos, resistimos con dignidad los embates de las empresas mineras y los gobiernos de turno. La montaña sigue de pie, la meseta sigue sin tajos y el río corre cristalino por su cauce, gracias a su gente", expresaron.
Reivindicaron el trabajo de difusión del conocimiento científico que comprueba los efectos negativos para la naturaleza y la salud y recordaron que el "gobierno de Mariano Arcioni ha llevado a la provincia a un estado de zozobra y desesperación, agravado este año por la crisis sanitaria con la única intención de justificar la instalación de un proyecto minero que comenzaría en la meseta". Con ello se referían a la reciente presentación por parte del Ejecutivo chubutense de un proyecto de zonificación para que lo trate la Legislatura, proyecto que va contra sus propias promesas de campaña, donde insistía sobre los perjuicios de la actividad para el ambiente.