Cuando no había más que la estepa y el río, Martín Moncada comenzó su sueño junto a su esposa Elba con una visión que hoy es una realidad: Piedra Parada se convirtió en un atractivo internacional de agroturismo y turismo deportivo.
En los 40 años que llevan en el lugar, plantaron más de dos mil álamos, construyeron un camping con proveeduría y ofrecen cabalgatas a los que pasan por allí: "el visitante es turista por un día y amigo para siempre”, asegura Moncada a Radio Nacional, su fiel compañera en Piedra Parada.