Al participar este martes de la conferencia diaria del Consejo de Atención Integral de la Emergencia COVID-19, el ministro de Economía, Hacienda y Finanzas de la provincia, el doctor Jorge Oscar Ibáñez, salió al cruce de las declaraciones de un economista de la consultora Politikon del Chaco, que había dicho en un matutino local que la crisis sanitaria del coronavirus ayudó a la Provincia a cerrar el año con superávit financiero nuevamente, al señalar que se trata “de un enfoque erróneo, en el mejor de los casos o que tiene alguna intención inocultable en su análisis”.
El titular de la cartera económica provincial precisó que “de acuerdo a los números que presentamos al Gobierno nacional a través de la Comisión de Responsabilidad Fiscal, la Provincia de Formosa cerraría el año sin déficit, es decir, con superávit”.
Según las declaraciones formuladas a la prensa por un economista que no es de la provincia, éste atribuyó el superávit alcanzado exclusivamente a la pandemia. “Es decir, que la provincia de Formosa se ha visto beneficiada dice él por sumas provenientes del Gobierno nacional debido a la pandemia”, manifestó Ibáñez.
“Creemos que es un enfoque erróneo en el mejor de los casos o que tiene alguna intención inocultable en su análisis”, opinó el ministro de Economía ya que las finanzas de la Provincia “llevan ya muchos años de superávit fiscal y financiero; y en momentos en que nunca hubo pandemia”.
Por ello, subrayó que “este logro es producto de un orden en las cuentas fiscales, de no endeudar a la Provincia en dólares, de no haber emitido bonos en dólares. Y no por la pandemia”.
Brecha de precios
Además, a través de gráficos en diapositivas presentó un informe acerca de cuánto es la brecha entre lo que cobra el productor en su campo y lo que le sale a los consumidores en la góndola 24 productos agropecuarios que están entre los principales que participan de la mesa familiar.
Explicó que “la brecha de precios entre lo que cobra el productor en su campo y lo que le sale a los consumidores en la góndola se redujo del 5,01 al 4,49% entre septiembre y octubre”, lo cual significó como una buena noticia al representar una variación hacia abajo del 10,4%. En tanto, la participación del productor subió a un promedio de 28,3 %.
Explicaciones
Seguidamente, el doctor Ibáñez profundizó “por qué esta brecha de precios entre lo que se le paga a un productor y lo que le sale al consumidor el producto en la góndola”, para responder ese interrogante planteado, dijo que hay distintas explicaciones.
La primera de ellas tiene que ver con los comportamientos especulativos adoptados por los diferentes actores de la cadena de valor que abusan de su posición dominante en el mercado, que son las grandes cadenas de supermercados en la República Argentina y de un par de grandes mercados concentradores. “Ellos indudablemente tienen una posición dominante y fijan los precios de muchísimos productos. Especulan con los precios y con las finanzas”, acentuó.
La segunda de las explicaciones que dio es que existen también productos que los afecta la estacionalidad; entonces, cuando salen estos productos que solo se producen en una parte del año a veces reducida en meses “pueden tener un precio mayor”.
Y lo tercero es que “nos dicen los costos de almacenamiento y traslado del transporte”. Aquí, según analizó en el caso del almacenamiento se señala que puede ser a causa de los costos de la energía eléctrica, los sueldos de los trabajadores, el traslado del trasporte, para que los precios se disparen, considerando que “algunos pueden ser ciertos, pero los más son de carácter especular y financiero”.
Por último, el ministro abordó lo que ocurrió en el mes de octubre con respecto a la participación del productor. Para eso dio ejemplos sencillos como ser que de cada 100 pesos que vendió un productor de manzana éste se quedó con 7 pesos o de cada 100 pesos que vendió un productor de zanahorias el mismo se quedó con 8 pesos y en el caso de la pera fue de 9 pesos.
“Todos se han quedado con menos del 30 a 35 % del valor de su producto, los que más se quedaron fueron aquellos como el caso de la frutilla que justamente al ser una fruta de estación es cara. Pero, el resto en promedio general, el productor que es quien tiene que producir, que asume el riesgo, le quedó menos de 30 pesos”, reveló acerca de las enormes asimetrías.
Las alternativas para evitar los intermediarios
Ante esto, dijo que el Gobierno provincial buscó alternativas para “reducir esa brecha” y que “los productores reciban un precio justo con el enorme sacrificio que realizan durante el año”. Y que logre también “eliminar a los intermediarios que son los que se quedan indudablemente con toda la crema y la fruta de la torta”, advirtió.
Una de las alternativas fueron las políticas públicas de adquisición directa de la producción de los paipperos para el programa alimentario Nutrir. Así como también se está trabajando para que los pequeños productores puedan directamente vender en las ferias de sus localidades o en la ciudad capital sus productos, fue detallando las acciones encaradas por la Provincia.
Y por último, la tercera circunstancia de la que habló es que los paipperos “en forma asociada teniendo volumen, calidad y continuidad puedan ellos negociar directamente con los supermercadistas locales”.
“Creemos que son esas tres alternativas que ayudarán a bajar enormemente esa brecha entre los que producen y los que consumimos, que somos los dos extremos de la misma cadena de valor, y ambos estamos siendo perjudicados”, finalizó.