Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA, se refirió al uso del SAOCOM1B: “Estos radares son capaces de medir la humedad del suelo”, dijo.
Con esta información es posible hacer más eficiente el manejo de enfermedades en cultivos y su fertilización, gestionar emergencias tales como inundaciones, desplazamientos del terreno y detectar derrames de petróleo.
Los dos satélites (Saocom 1A y Saocom 1B) que forman parte de la misión Saocom, fueron desarrollados y fabricados por la CONAE junto con la empresa INVAP, contratista principal del proyecto, la firma pública VENG, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y el Laboratorio GEMA de la UNLP, entre las 80 empresas de tecnología e instituciones del sistema científico tecnológico del país. Además contó con la colaboración de la Agencia Espacial Italiana (ASI).