El ex titular de la Unidad de Investigación del atentado contra la AMIA, el ex senador radical Mario Cimadevilla, dijo que el gobierno del ex presidente Mauricio Macri obstaculizó el avance de la causa para encubrir a amigos suyos y del ex ministro de Justicia de esa administración, Germán Garavano.
Informe: Gastón Fiorda
“No había ningún interés en aportar a la investigación del atentado y sí un interés muy marcado en que algunos responsables del encubrimiento fueran absueltos”, expresó Cimadevilla.
En una videoconferencia desarrollada en el seno de la Comisión de Justicia y Asuntos Penales de la Cámara alta, Cimadevilla agregó que la unidad que encabezaba fue “muy hostigada durante el desarrollo de la querella”.
El ex senador radical por Chubut fue designado en esa unidad en 2016 y renunció en 2018.
Cimadevilla relató que “a medida que avanzaba la querella comenzaron los inconvenientes con Garavano y con algunos funcionarios”.
El ex funcionario dijo que “colaboradores de Garavano concurrían a las audiencias y les sugerían cosas a los abogados de la querella” que representaban al Estado y agregó que “se hizo tan insostenible que los abogados de la querella terminaron renunciando a representar al Estado”.
El ex senador relató que “no había que tener un criterio activo, no había que preguntar algunas cosas y había algunos testigos a los que no había que interrogar”.
Cimadevilla relató que eso motivó la renuncia a la querella de la doctora Mariana Stilman, quien hoy es diputada nacional por Juntos por el Cambio.
“Esto motivó una denuncia de la ex diputada Elisa Carrió a la Oficina Anticorrupción para que se investigara la acción de funcionarios del Ministerio de Justicia”, recordó el ex funcionario y agregó que eso luego terminó en un “pedido de juicio político” contra el ministro de Justicia del gobierno de Macri.
Cimadevilla recordó que “en los alegatos los abogados puestos por Garavano piden la absolución de tres de los acusados por encubrimiento” los ex fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia y Jorge “Fino” Palacios, ex jefe de la policía Metropolitana cuando Macri era jefe de Gobierno porteño.
“Ahí es cuando se produce la pelea total con la unidad y nos vamos”, indicó.
Por otro lado, reconoció que recibió un mensaje de texto de la ex vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, “quien tenía interés en saber cómo marchaba la querella, porque ella tenía algún tipo de amistad con alguno de los imputados”.
“El audio, inapropiado, quizás, no es el hecho más grave de lo que ocurrió. Es el interés que muestra por una determinada causa. Acá hubo actos de obstrucción a la querella: decretos del Poder Ejecutivo y disposiciones del ministerio que apuntaban a obstruir la labor de investigación”, enumeró.
“Cuando preguntamos por qué había interés en pedir la absolución de los imputados nos daban razones de que eran amigos del presidente o amigos del ministro”, describió.
Cimadevilla insistió en que “no había ningún interés en aportar a la investigación del atentado y sí uno muy marcado en que algunos responsables de encubrimiento fueran absueltos”.
“Tuvimos muchos problemas políticos con esta querella porque el gobierno de Macri demostraba la intención de que creía que las causas podían ser manejadas desde el poder político”, agregó.
Además, Cimadevilla también mencionó al ex presidente del Club Atlético Boca Juniors, Daniel Angelici, como uno de los que intervino para obstruir la labor de la unidad de investigación.
“Quien interfirió en esto fue el señor Angelici porque (quien suplantó a Stilman en la querella, el abogado José) Console era presidente del Tribunal de Disciplina de Boca Juniors. Fueron ellos los que trataron de complacer la postura de Garavano de buscar la absolución”, señaló.