Mario Vilca recuerda al antropólogo y filósofo argentino Jujuy

A 41 años del fallecimiento de Rodolfo Kusch

Mario Vilca, filósofo y docente de la Universidad Nacional de Jujuy, comentó sobre las investigaciones, estudios, vivencias, obras y ensayos del pensador y filósofo argentino Gunter Rodolfo Kusch, en conmemoración del 41 aniversario del fallecimiento: “así como la filosofía pretende ser universal, también esta situación nos toca a todos de diferentes maneras y especialmente a nuestro pueblo americano de una manera complicada, pero bueno seguimos pensando justamente esto, da que pensar.

Cumplió 41 años del fallecimiento de este pensador que se fue al fondo de América, porque intuía que en la anterioridad de América que es la gran ciudad, en Argentina-Buenos Aires aparecía como una experiencia exteriorizante y modernista digamos.

Podemos decir que ha publicado mucho, ha trabajado mucho lamentablemente, a partir de hablar con la gente, de bailar, de comer sus comidas, sus bebidas y andar por todo el norte, por parte de Chile, por Bolivia, por la Puna y para tratar de buscar cómo se experimenta, como se vive al interior de la América profunda y preguntando si hay un pensamiento o una filosofía.

Había como un horizonte de modernización, de europeización, un horizonte de invisibilización, se construía lo invisible lo que no era visto como progresista, era aquello lo que negaba el progreso. Yo podría decir que Kusch, así en términos abrió la puerta para ir a jugar en ese momento; es un término que lo utilizamos en el jardín de infantes porque el pregunta, que cuerpo estamos pensando en el sentido de que estamos haciendo cultura. Primero, él cuando vivía en Maimará, todas las tardes se iba a los pesebres, donde los niños y las niñas bailan trenzando ese gran poste con diversas figuras que se hacen, para cuando se hace el huachi torito y todas esas trenzas que hacían. Entonces Kusch pensaba, que estamos trenzando y destrenzando nosotros como cultura.

Muchas veces lo que trenzamos y destrenzamos no es nuestra propia figura, que baile estamos haciendo. Entonces dice, tenemos

miedo de cambiar la figura, de danzar porque los demás se van a molestar; está pensando en un pensamiento que en ese tiempo, era justamente casi una mala palabra de hablar de América.

Era provocador porque el planteaba, él decía que el diálogo en América es un problema intercultural; en lo académico tiene como una especie vacío de intercultural con la gente, con el mundo de vida. Entonces, lo interpreta desde su experiencia, desde su hábito que es ´Las Teorías Modernas´.

La segunda parte de ese abrir las puertas para ir a jugar, él en algún momento cuenta que estaba en su casita en Maimará, chiquita, tiene una biblioteca y ve, y la ventana estaba abierta, entonces él se pregunta cómo accedo a América a lo real por un lado; a la derecha está su estante con muchos libros que le dicen que es lo americano, que es el sujeto, que es el indígena, que es lo popular y por otro lado está la ventana abierta y mira a través de la ventana al carpintero Choque (vecino del frente), que está levantando una pared; entonces dice, por un lado tengo la enciclopedia, todo la academia, lo que dice la universidad, las grandes teorías pulcras y por otro lado tenemos al carpintero Choque que está allí levantando una pared que es la vivencia digamos.

Y ahí plantea dos tipos de caminar a América. Por un lado por el lado exterior de la fotografía, del video que cuando vemos es algo exterior que ya terminó las vivencias, pero por el otro lado se trata de experimentar el camino, el thakhi como dirían los aymaras, o el ñan en quechua, o los mapuches que dicen el rÜpú; hay dos maneras de conocer América, por un lado desde el exterior como una biblioteca, los libros, las teorías y por otro lado meterse con los pies en el barrio de América. Entonces, por un lado tenemos miedo dicen, de danzar de nuevo, tenemos miedo de hacer una danza, tenemos miedo que los demás que están danzando alrededor de ese poste se molesten; pero por otro lado cuando queremos danzar de una manera propia, muchas veces está pautado desde la exterioridad. Tratamos de conocer y no desde la vivencia.

Creo que por un lado, ese tema de intercultural se da como una especie de tensión de dos fuerzas; el sujeto que investiga o el turista que trata de imponer sus propias pautas culturales y por otro lado nuestras comunidades que lo que hacen es asimilar o fagocitar esas creencias, esas culturas, esas teorías y por eso dice Kusch, como no nos damos cuenta de ese proceso siempre somos malos educadores, malos políticos, malos académicos y creemos que investigamos cuando tenemos una cantidad de autores que citamos en nuestro trabajo de investigación, porque tenemos miedo de asumir lo americano”.

ENSAYO, “INDIOS PORTEÑOS Y DIOSES. “Ese libro son pequeñas escenas, justamente que Kusch lo hizo para Radio Nacional cuando él trabajaba allí en Buenos Aires y son pequeños relatos que parten de Buenos Aires hacia la Puna o hacia el interior de América, es decir que como son relatos que van desde el café a la chichería digamos. Son muy bonitos de textos que ayudan a pensar lo americano”.